01.10.00
Lo tengo todo. Pero el todo después de un tiempo se convierte en nada y si no haces nada para conquistar algo nuevo, lo que alguna vez fue todo no será nada y no serás feliz. Y lo que tanto pediste ya no será ni significará tanto para ti.
Porque pasa el tiempo, y se van conquistando metas, que a lo mejor parecían inalcanzables, y tu vida puede dar cambios, o puede ser tan igual, pero el caso es que uno no sabe qué día será el diferente a los demás. Qué día se levantará a sonreír, o qué otro día la perderá, junto con el sentido de vivir. Por eso todos los días se deben iniciar con una sonrisa, y con amor, más que nada con ilusiones, sin pensar en el cansancio y mucho menos en descansar, sino pensar en hacer, y crear y construir, cosas para ti mismo, para llenar tu alma y tu ser, para que tu vida no se vuelva monótona y no se convierta en una costumbre, sí en una costumbre, porque es triste pero la gente se acostumbra a vivir, y cuando te acostumbras a cualquier cosa ésta pierde su intensidad, y jamás debes perder la intensidad de vivir, nunca debes despertar pensando que es un día más, tienes que reír y gozar como ningún otro día jamás, y sonreír a todo y a todos, y dar esa chispa que se contagia y que ayuda a que tu alrededor sea más feliz, y que así tú lo seas también, con más facilidad. Dar esa buena vibra que acerque a la gente a ti, y que te deje ser lo mejor, sí, como eres.
Y que cada día, cada uno, tengas pequeñas metas que cumplir, y cosas que hacer, que no las hagas por nadie más que por ti, y que así alimentes tu ser y crezca tu alma y tu corazón, y que te llenen, y así cada día lo ocupes al máximo haciendo cosas que te ayuden a no acostumbrarte a nada, y al mismo tiempo a acostumbrarte a ti, a que cada día es diferente y que cada día hay que dar, y dejar recibir, y sonreír y crear y hacer, y llenar de metas tus instantes, pequeñas, que no parezcan importantes para nadie, más que para ti, y así ya no existan las malas caras, ni los malos días, ni los corazones tristes, y así tú mismo llenes tus días de felicidad, para que así, D-os, al dar, se dé cuenta quién merece, porque sabe quién ya sabe ser feliz.
Lo tengo todo. Pero el todo después de un tiempo se convierte en nada y si no haces nada para conquistar algo nuevo, lo que alguna vez fue todo no será nada y no serás feliz. Y lo que tanto pediste ya no será ni significará tanto para ti.
Porque pasa el tiempo, y se van conquistando metas, que a lo mejor parecían inalcanzables, y tu vida puede dar cambios, o puede ser tan igual, pero el caso es que uno no sabe qué día será el diferente a los demás. Qué día se levantará a sonreír, o qué otro día la perderá, junto con el sentido de vivir. Por eso todos los días se deben iniciar con una sonrisa, y con amor, más que nada con ilusiones, sin pensar en el cansancio y mucho menos en descansar, sino pensar en hacer, y crear y construir, cosas para ti mismo, para llenar tu alma y tu ser, para que tu vida no se vuelva monótona y no se convierta en una costumbre, sí en una costumbre, porque es triste pero la gente se acostumbra a vivir, y cuando te acostumbras a cualquier cosa ésta pierde su intensidad, y jamás debes perder la intensidad de vivir, nunca debes despertar pensando que es un día más, tienes que reír y gozar como ningún otro día jamás, y sonreír a todo y a todos, y dar esa chispa que se contagia y que ayuda a que tu alrededor sea más feliz, y que así tú lo seas también, con más facilidad. Dar esa buena vibra que acerque a la gente a ti, y que te deje ser lo mejor, sí, como eres.
Y que cada día, cada uno, tengas pequeñas metas que cumplir, y cosas que hacer, que no las hagas por nadie más que por ti, y que así alimentes tu ser y crezca tu alma y tu corazón, y que te llenen, y así cada día lo ocupes al máximo haciendo cosas que te ayuden a no acostumbrarte a nada, y al mismo tiempo a acostumbrarte a ti, a que cada día es diferente y que cada día hay que dar, y dejar recibir, y sonreír y crear y hacer, y llenar de metas tus instantes, pequeñas, que no parezcan importantes para nadie, más que para ti, y así ya no existan las malas caras, ni los malos días, ni los corazones tristes, y así tú mismo llenes tus días de felicidad, para que así, D-os, al dar, se dé cuenta quién merece, porque sabe quién ya sabe ser feliz.
Bella reflexión..
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Un Abrazo con mis saludos fraternos de siempre..
Que disfrutes de la semana que comienza.. Mis mejores deseos...
eso es lo q se llama reflexionar y salir adelante...tienes toda la razon...bye
ResponderEliminarInspiración.
ResponderEliminarEso recibí u-u
Saludos !
Gracias por compartir... tu visión de la vida. Es muy agradable identificarme con tus palabras...
ResponderEliminarSaludos!
q hermosa reflexion, dias sin pasar por tu blog! tengo bastante q leer, sigue escribiendo m gusta lo q escribes. un saludoo
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