domingo, 27 de junio de 2010

Escribir

Mirándome al espejo, entre luces, encuentro que empiezo a diferenciar mis formas del mundo, a saber con más exactitud quien soy.
Extraño escribirme, dejarme llevar, marcar emociones.
Ahora me encuentro más estable, más encontrada, me escucho hablar distinto y pensar mas claro, mi mente acuerda más fácil con mi corazón, mi corazón desecha más fácil lo que no. Y las palabras, que son solo lo que le sobra al cuerpo, se quedan guardadas en mi interior, con espacio.
La habilidad de escribir la ligo entonces con la incapacidad de acomodar, de acordar, y quizás también con la necesidad de dejar lo que se desborda de nosotros porque no sabemos estar.

4 comentarios:

  1. Hola, mucho ánimo... que bueno es saber que estás consciente de lo que te sucede, lo que permite que puedas mirar también, la manera de sobrellevar las cosas que te son adversas...

    Un abrazo y acá estamos, para leerte cada vez que sale algo nuevo ;-)

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  2. Pareciera que las palabras son más organizables que la esencia humana.


    (Mirarse es bueno).
    Saludos !

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  3. Coincido en tantos pensamientos y sentires !!!!

    Saluo desde el mar,Liliana

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  4. Que bueno es saber quien es uno mismo.. a veces lleva tiempo, yo todavia no me encontre y a veces es terriblemente desesperante y desmotivador no saberse realmente...

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